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Versión estenográfica Acapulco, Gro., 22 de abril de 2010.

- MODERADOR: Toma la palabra el ciudadano Contador Público Carlos Zeferino Torreblanca Galindo, Gobernador del Estado de Guerrero.

C.P. Carlos Zeferino Torreblanca

- C.P. CARLOS ZEFERINO TORREBLANCA GALINDO: Ciudadano Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, licenciado Felipe Calderón Hinojosa; señor Presidente de la Asociación de Bancos de México, Ingeniero Ignacio Deschamps González; señores Secretarios de Estado, señor Presidente Municipal de Acapulco, distinguidos integrantes del Presidium, señoras y señores:

Con la representación del pueblo y del Gobierno de Guerrero los saludo de la manera más cordial y expreso a todas y todos, nuestros distinguidos visitantes, la más cálida de las bienvenidas.

Les agradecemos, el Presidente Municipal y el de la voz, darle al puerto de Acapulco la oportunidad de albergar una vez más los trabajos de la Edición 73 de la Convención de Nacional Bancaria.

Hay que recordar que el Gobierno Mexicano tuvo que enfrentar en el año 2009 una de las crisis financieras más difíciles de la historia reciente, aunados a los de salud y otros problemas que dificultaron sin duda la marcha de nuestro País.

Permítanme reconocer el papel desempeñado por las autoridades financieras y por la Banca Mexicana, por haber enfrentado de manera exitosa la tormenta financiera que sacudió al mundo y en especial a nuestro País.

Con un optimismo razonable creemos que la recuperación de la economía mexicana viene en camino, que es sólo cuestión de tiempo. No obstante, consideramos que no habría que descuidar el crecimiento de México, previendo la sustitución de lo que deje de aportar el petróleo con el fomento de otras actividades económicas para compensar su eventual caída, de lo contrario el crecimiento económico del país estaría seriamente comprometido.

Pero de estos temas finalmente ustedes son los especialistas y por ello no quisiera ahondar sobre ellos, pero lo que sí quisiera, si me lo permiten brevemente es hacer algunas reflexiones acerca de lo que la mayoría de los mexicanos nos preocupa y en algunos casos nos ocupa.

Preocupa, sí, la fragilidad de las finanzas gubernamentales en los tres órdenes de Gobierno, por lo que el llamado debería de ser a actuar con prudencia en el manejo presupuestario, mantener a raya el déficit, focalizar el gasto público en inversiones productivas y elevar la recaudación tributaria.

Si somos sinceros, el grueso de la gente común y corriente está más preocupada por los temas de la inseguridad y del empleo que de los temas de la economía mundial, a lo que sucede en la economía mexicana y menos en particular de lo que le aqueja al sector financiero.

Es la primera vez que el Estado Mexicano ha instrumentado a fondo una política integral contra la lucha de la delincuencia organizada, desde reformas jurídicas, capacitación y adiestramiento, remuneraciones, plazas, recursos de inteligencia, involucramiento de las fuerzas armadas, coordinación de los tres niveles de Gobierno; en suma, se han dedicado todos los recursos al alcance para lograr el cometido.

La respuesta debe verse de manera integral, depende ahora de reconstruir los valores en la sociedad y en la actitud que asuma la ciudadanía, y esto sin duda tomará tiempo y un esfuerzo permanente de los Gobiernos que en el futuro continúen con esta política pública, para que se convierta en una política de Estado y que pueda rendir sus merecidos y anhelados frutos.

Por ello, hoy es momento de poner a prueba la política como un instrumento poderoso para la conciliación de intereses y ésta es aún más importante en la coyuntura por la que atraviesa el país y parte fundamental para que la política trabaje y trabaje bien, es sin duda la unidad de los mexicanos en torno a su Presidente, al Presidente de la República y en hacer prevalecer los intereses de México por encima de los intereses partidarios a corto plazo.

A cada uno de los actores políticos nos toca, sin mezquindades ni falsos protagonismos, hacer nuestro mejor esfuerzo; en la medida en que lo hagamos, desde los núcleos familiares, en el ámbito de nuestras familias, en el ámbito de nuestras respectivas responsabilidades, México saldrá adelante, estoy cierto, como siempre lo ha hecho.

Amigas y amigos, el trabajo, la perseverancia, el entendimiento y los acuerdos, son pues los únicos aliados para que a la postre las cosas sean mejores.

Sé que estoy frente a financieros responsables que analizarán, como lo hacen año con año, de manera comprometida, cómo apoyar a nuestro querido México y cómo apoyar a su pueblo.

Muchas felicidades.

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